Bien es sabido que Alicante es conocido por sus preciosas calas, de las mejores del litoral levantino, con sus playas de arena fina y sus aguas cristalinas. Pero ¿qué encontramos cuando miramos hacia el interior? Encontramos una de las provincias más montañosas de España, con paisajes idílicos y pueblos preciosos que cuentan mucha historia y tradición y que en otra época fueron custodiados por imponentes fortalezas.
En Temps, hemos creado una ruta desde Aspe para que disfrutéis de un día visitando los castillos más imponentes.
Aquí, en Aspe, villa enclavada entre viñedos, se encuentra Casa Entre Viñas, una antigua casona del siglo XIX, actualmente catalogada como Patrimonio Arquitectónico de la región.
Una vez hayáis dejado las maletas, la primera parada es el Castillo de La Mola, en Novelda. Esta fortaleza está declarada Bien de Interés Cultural desde 1931. De obligada visita es el Santuario de Santa María Magdalena, la cual recuerda a los estilos de Gaudí, puesto que está impregnada del estilo modernista catalán y en donde se ubica un órgano único en el mundo, hecho de mármol.
Siguiendo la ruta, el castillo de Petrer ya se avista desde la carretera. Sufrió bastante desgaste a lo largo de la historia y tras un largo periodo de abandono, y después una profunda restauración, se proclamó Monumento Histórico-Artístico en 1983. Actualmente es uno de los mejor conservados de Alicante.
La siguiente parada es el castillo de Sax, que os recibirá desde lejos en el camino. Esta fortificación es una de las tres más grandes de la comarca.
De obligada visita es Biar, donde os espera Restaurante La Façana para retomar fuerzas, y donde podréis degustar la mejor cocina tradicional y casera con vistas a la siguiente conquista: el Castillo de Biar. Se trata de una imponente fortaleza del siglo XII declarada Bien de Interés Cultural.
Para terminar, hemos preparado otro destino cercano y que no os podíais perder: Villena y su castillo de La Atalaya. Declarado monumento Histórico-Artístico en 1931, actualmente está declarado como Bien de Interés Cultural. Aquí se conservan grafitos en las paredes de las diferentes salas, de simbología islámica y cristiana realizados por los prisioneros de las guerras de Sucesión y de la Independencia.
Es hora de volver al alojamiento y disfrutar de unos días en Aspe y perderse entre sus calles. En Casa Entre Viñas os informarán de todas las actividades que podéis practicar: senderismo, enoturismo, degustar la gastronomía típica… lo dejamos a vuestra elección.
Y recordad, la belleza también está en el interior.